Las bibliotecas son un tesoro que debemos ofrecer a nuestros hijos.
Por si fuera poco tener acceso a libros, pelis, música, revistas, etc., nos brindan la información que necesitamos, hacen selecciones de libros en guías temáticas de lectura - la última que vi en mi biblioteca fue una sobre dragones y princesas-, disponen de acceso a internet , y organizan talleres, tertulias, cuentacuentos -algunos de ellos signados-, concursos...Intentan por todos los medios acercarnos a un mundillo cultural cercano, o así nos lo hacen ver.
Algunas de ellas tienen un hueco reservado para los niños pequeños donde pueden libremente toquetear todos los libros, revolverlos, tirarse en el suelo a leer, o en unos minisillones en forma de vaca ver los dibujos, y mientras desmitifican los libros los tocan, los huelen, los hojean, se acercan las letras a la cara para taparse y curiosean en el cuento de su vecino...Se aproximan así a la lectura y a los libros desde un punto de vista cómodo y lúdico.
Pueden hacerse su carnet y responsabilizarse de los libros que se llevan a casa, apuntar en un calendario el día de devolución y poner ellos solos el libro en el mostrador. Les encanta. Aprenden también que en algunos sitios hay unas normas diferentes importantes para la convivencia, por ejemplo, en la biblioteca se guarda silencio o se habla bajito. Se nos ocurren muchos más beneficios, pero el primero quizá es la riqueza que ponemos en sus manos cuando leen -o les leemos- un libro.
Redescubramos las bibliotecas de sus manos. Aprenderemos y disfrutaremos, seguro .
Por si fuera poco tener acceso a libros, pelis, música, revistas, etc., nos brindan la información que necesitamos, hacen selecciones de libros en guías temáticas de lectura - la última que vi en mi biblioteca fue una sobre dragones y princesas-, disponen de acceso a internet , y organizan talleres, tertulias, cuentacuentos -algunos de ellos signados-, concursos...Intentan por todos los medios acercarnos a un mundillo cultural cercano, o así nos lo hacen ver.
Algunas de ellas tienen un hueco reservado para los niños pequeños donde pueden libremente toquetear todos los libros, revolverlos, tirarse en el suelo a leer, o en unos minisillones en forma de vaca ver los dibujos, y mientras desmitifican los libros los tocan, los huelen, los hojean, se acercan las letras a la cara para taparse y curiosean en el cuento de su vecino...Se aproximan así a la lectura y a los libros desde un punto de vista cómodo y lúdico.
Pueden hacerse su carnet y responsabilizarse de los libros que se llevan a casa, apuntar en un calendario el día de devolución y poner ellos solos el libro en el mostrador. Les encanta. Aprenden también que en algunos sitios hay unas normas diferentes importantes para la convivencia, por ejemplo, en la biblioteca se guarda silencio o se habla bajito. Se nos ocurren muchos más beneficios, pero el primero quizá es la riqueza que ponemos en sus manos cuando leen -o les leemos- un libro.
Redescubramos las bibliotecas de sus manos. Aprenderemos y disfrutaremos, seguro .
-Programa de actividades en las bibliotecas municipales
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